#PatrimonioMZ

En Mazaricos podemos contemplar distintas construcciones eclesiásticas, iglesias de distintas distribuciones y arquitectura, como pueden ser los templos de Santa Mariña de Maroñas, San Julián de Beba, San Cristobal de Corzón, San Cosme de Antes, San Mamed de Alborés, Santa María de Coiro, San Juán de Mazaricos, San Félix de Eirón, Santa Baia de Chacín, Santiago de Arcos o San Salvador de Colúns.

Durante la Edad Moderna, siglos XVII y XVIII, se construyeron una larga serie de capillas, centros de importantes romerías de gran devoción popular y que responden a unas características similares. Fundadas y mantenidas por la hidalguía rural, son pequeñas construcciones arquitectónicas de gran solidez, engalanadas por hermosos y coloristas retablos barrocos labrados en piedra, realizados en un estilo ingenuo, rústico y primitivo. 

A Virxindón de Quintáns, a Virxe do Monte en Coiro, el Anxo da Garda en Vilar de Coiro, Santa Locaia en Chacín y San Xosé en Val son ejemplos destacables de esta corriente estética.

Otro importante capítulo dentro de la arquitectura popular lo constituyen los muchos cruceiros derramados por todo el territorio municipal, y de los que tenemos que destacar el de Cirolán de Suevos. Su construcción en 1861 está ligada a la familia que le da nombre, su realización, la podemos atribuir al escultor compostelano Francisco Rodeiro, inaugurando con este ejemplar a modalidad de “cruceiro de descendimiento”.

A la arquitectura popular pertenecen la mayoría de nuestras viviendas tradicionales, y que se caracteriza por unas construcciones que se mueven entre la mampostería y la cantería vista, donde los valores estéticos, táctiles y de color de los materiales son fundamentales: piedra, madera y teja del país, le imprimen una personalidad agrisada e invernal, únicamente, los verdes, rojos y azules de las ventanas de apertura al exterior y la puerta de dos hojas horizontales, ponen una nota de colorida y llamativa primavera.

El progreso de la industria y del comercio provocó la desaparición de muchos oficios complementarios y de algunas de nuestras labores más tradicionales. Pero, de todas las maneras, aún conservamos muestras muy apreciables y características.

#ChapeusMZ

Los “chapeus” – sombreros y las cestas de mimbres. El “chapeu” – sombrero – que emplean las mujeres de Mazaricos, denominado “Sancosmeiro” por ser originario de la parroquia de San Cosme de Antes, en la que se comenzó a hacerlos utilizando paja de trigo o centeno, muy abundante en esta zona de siempre gran productora de cereales.

Nuestro chapeu tiene la copa en forma de tronco de cono, muy adecuado para llevar cargas en cabeza; ala muy ancha, que resguarda la cara tanto del sol como de la lluvia, y rodeado y rematado de cintas de tela negra para mujeres casadas y colores para niñas y chicas.

El de cesteiro era, y sigue siendo, un oficio complementario muy característico del lugar de Asenso. Conocido entre nosotros popularmente por “vergueiro”, denominación originada por las tiras o rachas finas de madera, llamadas vergas, con las que se confeccionaban las cestas y que por extensión nombraron también la profesión. Estas vergas normalmente de roble, castaño o cualquier madera que tenga liga, entrelazándose hasta formar la cesta, que puede ser de muchos tamaños, tradicionalmente las más utilizadas eran las más grandes, empleadas en las faenas del grano: maíz, trigo, centeno…, aunque hoy las más solicitadas son las pequeñas, para usos domésticos: paneras, fruteros, centros de mesa…